Fase 1
La empresa comunica lo que quiere, los plazos y el presupuesto que tiene para desarrollar el proyecto. En esta fase puede ser de utilidad examinar los siguientes pasos:
Fase 2
Estudiamos las caracterÃsticas de la empresa, el sector al que pertenece y hacemos varias propuestas y estrategias de diseño.
Fase 3
La empresa acepta la propuestas y nos envÃa los contenidos. Presentamos la Web terminada y realizamos modificaciones y ajustes.
Fase 4
Determinar las diferentes secciones en las que queremos que se divida nuestra página. Además, la manera de interactuar con los futuros clientes en cuanto a intercambio de información y servicios a ofrecer. Muchas personas deciden desarrollar su propia página y publicarla con la ayuda de los servicios que ofrecen algunos servidores. Esta opción es válida para páginas muy sencillas; sin embargo, debemos tener en cuenta que en la mayorÃa de los casos el diseño de una página Web requiere de una gran preparación de la que depende directamente la calidad y el buen funcionamiento de la misma.
Fase 5
La elección del sitio depende de nuestras condiciones particulares. Se puede elegir un servidor gratuito o de pago. Hay que tener en cuenta que los servicios gratuitos de publicación conllevan el inconveniente de la limitación de capacidad (usualmente 10 mb) y la aparición en nuestra página de publicidad agena a la actividad que desarrollamos. Además , la dirección que tendrÃamos que utilizar serÃa mucho más larga.
Fase 6
A menos que recurramos a los métodos convencionales de publicidad, la manera más eficaz de hacerse conocer en la red es la utilización de buscadores. Para ello es necesario darse de alta en cada uno de ellos cumplimentando los requisitos que nos pidan.
Fase 7
Es importante elegir previamente las palabras o frases que identificarán a nuestra actividad o empresa en una acción de búsqueda determinada, ya que de ello dependerá que nos encuentren rápidamente.
Fase 8
Y por último hacer un plan de mantenimiento que dependerá también de las condiciones de nuestra página y de la frecuencia con la que queramos que aparezcan cambios en ella. No hay que olvidar que internet es un mundo en constante cambio y que por tanto siempre llega el momento en que estaremos obligados a hacer alguna modificación.